Country Argentina
Year 2008
Type of Measure Administrative data > Health, Administrative data > Justice, Administrative data > Police, Administrative data > Social Services
Form of Violence Domestic violence/Intimate partner violence

Brief Description


El Consejo Nacional de la Mujer desarrolló el Programa de Información y Monitoreo de la Violencia Familiar contra la Mujer, destinado a producir información sistemática y confiable sobre la demanda de casos atendidos en servicios, en distintas regiones del país.

En el marco de este programa se desarrolló un Instrumento de casos de violencia familiar contra la mujer unificado, que permite evaluar y monitorear los casos atendidos en servicios especializados.

Actualmente más de 50 servicios han suscripto actas de entendimiento con el CNM a los efectos de incorporar el Instrumento de Registro de Casos y comenzar a producir información para su difusión. Aunque la mayoría de los servicios ya ha comenzado a utilizar este Instrumento, muy pocos han generado y enviado sus datos.

En base a la información suministrada por un grupo de éstos, las tendencias observadas permiten inferir las siguientes conclusiones:

  • El modo de acceso a los servicios que registra mayor incidencia es la comunicación informal ("por un conocido"); es decir, que las mujeres utilizan generalmente ese recurso personal como canal más frecuente de llegada a los servicios. En segundo y en tercer lugar le siguen las "derivaciones por juzgado" (aunque con variaciones significativas entre servicios) y las "derivaciones por otro servicio". Son muy pocas las derivaciones provenientes de policía, y en una posición intermedia se ubican "los medios de comunicación" (como canal de información o referencia); y la escuela o gabinete escolar.
  • En lo que respecta a los antecedentes y canales de consulta anteriores -vinculados siempre a la problemática de violencia- se observa que la mayor cantidad de consultas es realizada por las mujeres en el ámbito judicial, a través de la presentación de denuncias, seguidas de un alto índice de "exposiciones policiales". Sin embargo, las consultas a "otros servicios" registra índices bastante más bajos. Esta situación podría estar indicando una falta de articulación real entre estos sectores (policía, justicia y servicios especializados en violencia), conjuntamente con el reconocimiento de que las mujeres privilegian el canal judicial y policial al momento de canalizar algún tipo de atención a su problemática.
  • El tipo de vínculo que une a la mujer con la persona a quien denuncia como agresora indica que el mayor porcentaje corresponde a "concubino o cónyuge" seguido de "ex parejas". Ambas categorías constituyen entre el 80 y 90% de los casos. Las restantes categorías tienen un peso mucho menor, con variaciones entre servicios. El caso de "novios" registra un índice muy bajo de casos (por debajo del 2%).
  • La información sobre antecedentes de violencia en la familia de origen de la mujer consultante y del agresor, resulta ser de muy baja confiabilidad dado los altos índices de no respuesta o de falta de información que se registra en algunos casos (en ocasiones las mujeres no saben o no quieren dar información sobre su la situación y la del agresor, en otras la información no se registra porque no llega a tratarse el tema en la entrevista de admisión). De acuerdo con ello la información sólo puede considerarse a título tentativo, con el sólo objeto de evaluar las grandes tendencias. Entre dichas tendencias se observa que los antecedentes de violencia física en la familia de origen tanto de las consultantes como del agresor alcanzan índices altos y significativos (según la información disponible esa incidencia hablaría que al menos el 40% a 50% de los casos registra antecedentes de violencia física en su familia de origen, tanto para la mujer como para el agresor). Igualmente alto es el índice de casos que declaran haber sido testigos de violencia en su familia de origen. La información sobre "abuso sexual" en la familia de origen es absolutamente irregular y poco confiable -lo que se explica por las dificultades que presenta el tratamiento de este tema presenta en el marco de las primeras entrevistas-.
  • En lo que respecta a la reproducción intergeneracional de la violencia hacia los propios hijos se observan marcadas diferencias entre la incidencia de la violencia hacia los hijos por parte de la víctimas y por parte del agresor. Las mujeres declaran ser mucho menos violentas con los hijos con respecto a lo que dicen son los agresores (entre el 3% y el 30% entre las primeras y entre el 40% y 70% entre los segundos). Pese a ello es de destacar que se reconocen en una proporción significativa también como "violentas psicológica o físicamente con sus propios hijos". Aunque hay notorias diferencias entre servicios, la tendencia general respecto a las diferencias entre la víctima y el agresor se conserva.
  • La cronicidad en la exposición a la violencia que presentan las consultantes varía bastante entre los servicios tomados como referencia; sin embargo, la mayor frecuencia se observa en los casos que llevan 10 a 20 años de convivencia (llegan a representar más del 30% de las consultantes).
  • Los factores que desencadenan la consulta, es decir, las razones que las mujeres reconocen como definitorias de la consulta, no resultan para nada nítidas. En todos los casos, a excepción de un servicio, la categoría más frecuente es "otras razones", es decir, que ninguna de las razones que se enumera en el Instrumento parece ser la principal causa de consulta (con excepción de un servicio que registra un importante porcentaje entre los casos que dicen haberse decidido a consultar porque conocieron otros casos similares al suyo, que consultaron a ese u otro servicio). Las restantes razones potencialmente desencadenantes de consulta que registran una presencia relativamente significativa, son la aparición de "golpes a los hijos" y el tomar conocimiento de situaciones de "adulterio" por parte del agresor. Según pudo indagarse en el espacio de talleres en los que se discuten estos resultados, en muchas ocasiones las mujeres no son capaces de reconocer de manera consciente cuál ha sido el factor movilizador de la decisión de consultar. Ello se traduce en que en ocasiones simplemente refieren que "ya se han cansado" o que "no dan más" y entonces deciden consultar.
La violencia física y psicológica aparece como el motivo de consulta más frecuente. Aunque en el Instrumento ambas categorías se hallan discriminadas, lo usual y esperable es que allí donde se registre violencia física también se sufra violencia psicológica. Por ello, en todos los casos los porcentajes se igualan entre las dos categorías, o, más frecuentemente la violencia psicológica supera a la violencia física: la primera registra valores que van entre el 74% y 98% de los casos; mientras que la segunda se ubica entre el 70% y 83%. Por violencia psicológica se entienden diversos tipos de maltratos verbales y actitudinales hacia las mujeres (expresados a través de insultos, de burlas, de subestimaciones en público o privado, etc.). La violencia física, en cambio, se refiere a los casos en que se registran golpes o agresiones semejantes, con alguna consecuencia física (que puede ir desde lesiones leves a graves). La violencia económica aparece como la tercera causa de violencia referida por las consultantes y consiste en todas aquellas conductas ejercidas por el agresor, tendientes a limitar o controlar el uso y disposición de dinero por parte de la mujer. Esto tiene como consecuencia más inmediata el aislamiento de la víctima y la dependencia del agresor para toda decisión, compra, traslado, etc. Dado que las categorías elaboradas no son excluyentes entre sí, las mujeres que declaran padecer este tipo de violencia económica (que representan entre el 50% y el 75% de los casos) pueden ser al mismo tiempo víctimas de otros tipos de violencia. La violencia sexual -entendida como distintos tipos de abusos, incluida la violación, aun al interior de vínculos conyugales- tiene un incidencia más baja (entre el 30% y el 50%); aunque hay que tener presente que la declaración de este maltrato no sólo puede ser más difícil durante las primeras entrevistas (en las que se completa el Instrumento de Registro), por razones de pudor sino también porque muchas mujeres no la registran como violencia.

Source of Information

Response of the Government of Argentina to the questionnaire on violence against women, February 2009